LOS 10 PUEBLOS MÁS BONITOS DE GALICIA

BANDERA DE AROUSA

¿Somos nosotros los que vamos al pueblo o es el pueblo el que se disuelve en nuestra mente? Es la eterna pregunta ante esta clase de divertimentos veraniegos y la respuesta en este caso tiene que estar muy clara: seré asquerosamente subjetivo. En "mis pueblos" las imágenes humanas y los colores del paisaje quedarán subordinados a principios básicos jacquetónicos, como la accesibilidad en bici y la existencia de un morbo que discurra por lo subterráneo y que no todo el mundo sea capaz de captar. ¿Acaso es obligatorio ser objetivo?

LOS DIEZ PUEBLOS MÁS BONITOS DE GALICIA: 1) ILLA DE AROUSA

2 kilómetros de puente

Al cruzar los dos kilómetros de puente, con las dornas navegando bajo tus pedales, tal vez sientas una oleada de orgullo, sobre todo si ya has catado el albariño, pues, desde Sanxenxo, no hace falta ser un Contador. Te topas al poco de entrar con una rotonda y siguiendo el cartel que pone PARQUE NATURAL DEL CARREIRÓN ya estás, en unos momentos, en lo más esencial y único que tiene la isla de Arousa. En el cartel de la entrada avisan de una "fuerte sanción" al que penetre con perros: el Pilro anida en el suelo y para los canes estaría chupado hacerse con un magnífico desayuno. Por la parte de fuera, junto a un quiosco, está el Con do Cocodrilo.

 CON DO COCODRILO

Se trata de una de las típicas rocas escultóricas de Arousa. Creadas unas por la naturaleza, reformadas otras por mano del escultor Camilo Otero, descubrirás Cons si eres curios por todos los lugares de la isla: la capital, el mirador o, si vas a por nota, recorriendo la fantasmagórica "ruta dos Cons".

El Parque Natural del Carreirón es ese tipo de terreno en que el mar, el agua y la tierra se entremezclan en una maraña inextricable de golfos, lagunas, bosques y playas infinitas: seguro que hay una exclusiva para ti si te atreves a alejarte del coche. La ruta, de unas dos horas y media, se abre entre un suelo arenoso en el que, en primavera, saltan a tu vista por doquier flores de colores chillones. Si tienes suerte, podrá ver una nutria cazando en un charco o los escorzos del lagarto arnal para paparse una avispa. El frescor de la brisa trae a tus ojos vistas de todo lo visible en Arousa: islas de Sálvora y el Areoso -donde los dólmenes-, O Grove, Ribeira y todo lo que no consiga esconderse entre un ramalazo de bruma. Cerca hay un antiguo molino movido con la fuerza de las mareas, pero aun nadie ha conseguido verlo sin hundirse en el barro circundante.

Vale, he hablado de pueblo y todavía no me he puesto con sus habitantes. Arousa ha sido una isla desde el principio de los tiempos hasta que Fraga la conectó a Tierra y eso se nota en la idiosincrasia de los carcamans: la dirección del puente en las señales de tráfico es: AL CONTINENTE. Es un pueblo surgido de la inexistencia de tráfico de vehículos: las calles se curvan anárquicas sobre sí y, de repente, una casa interrumpe la dirección. Lo mejor será que aparques la bici en el paseo del Xufre (azufre) por más de un motivo que ya iremos viendo. Del entramado urbano, que se concentra en la zona del ismo interior, quizás sea prescindible la Iglesia, hecha con restos de una antigua torre; los molinos, de marea y viento, ¡bah!, mejores los de Campo de Criptana. El museo Goday (cierra a la 19,30) y las casas de doña Tomasa y del Campaneiro quedan como residuos del esplendor de una burguesía conservera, que uno se imagina tipo Los gozos y las sombras.

Muelle del Xufre: al rojo vivo

Inefable es el escudo de la "nobleza industrial" que corona una de las mansiones: la rueda dentada de una máquina se transforma en sendos cuernos de la fortuna, derramando monedas en unos platillos. Europa ha subvencionado su restauración pero no ha podido ser por culpa de los centollos y los lubrigantes (de su ingestión exagerada por parte de las autoridades).

LA HERÁLDICA BURGUESA

Ex-casas burguesas: polvo eres...

MUSEO CONSERVA: La vida de ayer

Uno de los ex-cines: más ayer.

También será digno de ver el CINE AROSA para los nostálgicos de aquellos cines que ponían un punto de fantasía en la larga noche de piedra; aquí sin duda sería más larga y más oscura en los días de galerna.


Galerna. A no perderse es el faro de Punta Cabalo, con su camino entre los cons, a la vista de la villa romana de Nasos. Sobre uno de estos cons puedes tomarte un Gin-tonic en la terraza pétrea del restaurante: cogerás fuerzas. Y seguirás la ruta que lleva al Con dos tres pes (un bicho que podría fichar por La guerra de las Galaxias) o el Con de la Seta. Los valientes subirán al Con do Forno (tire cara arriba, señora, y llega fijo), que proporciona una vista aérea de lo retorcido de la isla: a localizar el Con esculpido por Otero del que aun se discute si llamarle el Con dos Amantes o el Con del Hombre con perro.

EL TOP DE LA ISLA: CON DO FORNO

Gin tonic "on the Cons"

¿Amantes o niño con perro?

CON DO MASTÍN

CUELGA CANDADOS (ENAMORADOS)

CON DA NARIS

Cae la tarde en el muelle del Xufre y un atardecer en todos los tonos del rojo, el rosa, el naranja y el lila hace que te parezca increíble que existan patanes que admiren la Puesta en Formentera. Vale, allá cargan más el Gin-tonic.

Irte de Arousa sin haber probado las Almejas a la sartén o el Pulpo estilo illán (isleño) es como marcharte de Santiago sin haber visto la catedral. Jacques prefiere La Meca, en pleno paseo marítimo del Xufre aunque El Tuno, a dos pasos, tampoco está nada mal. En la pantalla España gana a Turquía por 3 a 0 y al salir al muelle me doy cuenta que todos los barcos mejilloneros están pintados de rojo. Pero no es "un callado homenaje", es el albariño.

MONUMENTO NACIONAL CARCAMÁN

─Un pueblo encantador ─me dirás─. Pero nos habías prometido morbo y esto es una especie de Formentera. Bueno, mejor que Formentera, pero una Formentera al fin y al cabo.

¿Qué me responderías si te digo que Arousa se declaro independiente de España a la par que Cataluña, pero que resistió más? ¿Qué hubo que mandar dos barcos de guerra? ¿Eh? ¿Eh? Encima, en su caso, con motivo. Pincha aquí si quieres, pero recuerda que el final de la historia es el más triste que jamás habrás leído.